Esta cuestión suele salir a la luz cuando los niveles de deseo son distintos dentro de la pareja. Recientes estudios han demostrado que la experiencia de deseo en hombres y en mujeres es claramente diferente, tanto en su funcionamiento como en su vulnerabilidad ante distintas situaciones. Sumérgete con nosotros en busca de la respuesta. El deseo sería esa fuerza que nos impulsa a buscar el placer sexual, ya sea en pareja o en solitario, a través de la masturbación. Eso sí, aunque el deseo no se encuentre como tal antes de comenzar la relación con la pareja o la masturbación, la mujer debe estar receptiva y abierta a mantener dicha interacción o conducta, es decir, debe estar motivada al encuentro. Obviamente, el funcionamiento y vulnerabilidad distinta entre hombres y mujeres a la hora de desear da lugar a situaciones muy cotidianas y frecuentes en las que todos nos vemos envueltos, y que se derivan de las razones expuestas hasta ahora.